Páginas
- Página principal
- GIFS Y FONDOS PAZ EN LA TORMENTA
- Gabito Gifs y Fondos
- GIFS DE LA VIRGEN MARÍA
- FIRMAS NAVIDAD TIBERIADES
- NAVIDAD - GIFS
- NAVIDAD - CAMPANAS
- NAVIDAD - VINTAGE
- NAVIDAD - PAPA NOEL O SANTA CLAUS
- NAVIDAD - MUÑECOS DE NIEVE
- NAVIDAD - VELAS
- NAVIDAD - ÁRBOLES
- NAVIDAD - LUCES
- NAVIDAD - PERSONAS Y GNOMOS
- NAVIDAD - EXTRAS
- NAVIDAD - NIÑO JESÚS
- NAVIDAD - BOTAS
- NAVIDAD - ICONOS Y LETRAS
- NAVIDAD - ÁNGELES
- NAVIDAD - LAZOS
- NAVIDAD - CORONAS
- NAVIDAD - ESTAMPAS
- NAVIDAD - GORROS Y SOMBREROS
- ADVIENTO - ORACIONES
- NAVIDAD - CHICAS BELLAS
- NAVIDAD - TEXTURAS PARA FONDOS, WEBS
- NAVIDAD - TARJETAS DE SALUDO
- NAVIDAD - CASAS
- NAVIDAD - CHIMENEAS
- NAVIDAD - BASTONES
- NAVIDAD - FLORES
- NAVIDAD - ANIMALITOS
- ¿QUIÉN ES SANTA CLAUS?
- ¿QUÉ SON LAS PIÑATAS EN NAVIDAD ?
- ¿QUÉ SON LAS POSADAS?
- ¿QUÉ SON LAS TARJETAS DE NAVIDAD?
- ¿QUÉ ES LA NAVIDAD?
- FONDOS DE PANTALLA DE NAVIDAD
- ¿CÓMO HACER UNA CORONA DE ADVIENTO?
- NAVIDAD - BOTONES
- LOS REYES MAGOS
- NAVIDAD - MARCOS PARA FOTOS
- NAVIDAD - BARRAS
- NAVIDAD - ESTRELLAS Y COPOS DE NIEVE
- NAVIDAD - REGALOS
- IMÁGENES VARIADAS DE NAVIDAD
- TARJETAS DE NAVIDAD Y MERRY CHRISTMAS
- LETRAS MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS DISEÑO NAVIDAD
- DULCES NAVIDEÑOS
- ADVIENTO 2024
- ADVIENTO 2024 - MEDITACIONES
- FELIZ AÑO NUEVO 2025 - HAPPY NEW YEAR 2025
viernes, 13 de diciembre de 2013
LOS PASTORES DE BELÉN
Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net Los pastores de Belén | |
No fueron los grandes de este mundo, sino los pastores. Por humildes y sencillos, por ser dóciles al mensaje Divino. | |
Al nacimiento de Jesús fueron invitados unos pastores, gente sencilla y buena. No fueron invitados los cortesanos de Herodes, ni los fariseos, ni los miembros del Sanedrín. No fueron los grandes de este mundo, sino los pastores. Por humildes y sencillos, por ser dóciles al mensaje Divino. Hoy siguen siendo invitados los humildes, los que aceptan a Dios y sus mandamientos, los sencillos, los pobres de espíritu. Jesús es el patrón de los desamparados, de los sin techo, de los emigrantes, de todos los miserables, enfermos, hambrientos… Cristo nace como un gitano. Para el Creador del mundo un establo de animales. No había lugar para Él en ninguna casa de Belén. Para enseñarnos que las cosas materiales no son la felicidad del hombre sino las celestiales. ¡Qué contraste tan brutal con ese afán nuestro de poseer más y más cosas! Nunca estamos satisfechos con lo que tenemos. "He encontrado a Cristo y por tanto la alegría de vivir"... Ojalá que esta Navidad, tú también puedas decir eso: He encontrado a Cristo y por tanto la alegría de vivir… Porque de lo contrario, "aunque Cristo naciese mil veces en Belén, si no nace en ti, seguirás eternamente perdido". |
miércoles, 11 de diciembre de 2013
CÓMO DEBEMOS CELEBRAR LA NAVIDAD
|
CURIOSIDADES NAVIDEÑAS
|
martes, 10 de diciembre de 2013
VIVIR EL ADVIENTO
Vivir el Adviento
El auténtico Adviento procede del interior del corazón creyente del hombre y, sobre todo, de la hondura del amor de Dios
Autor: Felipe Borau | Fuente: www.mercaba.org
Vivir el Adviento no es tan fácil. Para muchos apenas adquiere relevancia, ni la palabra en sí y mucho menos su contenido.
Apenas una suma pequeña de domingos que nos conduce a la Navidad.
Es necesario reivindicar el sentido pleno del Adviento como actitud cristiana fundamental: esperar a Dios y esperarlo en Jesús; creer en su venida progresiva, misteriosa pero real, a nosotros, al mundo. El Adviento es ese tiempo concreto que rompe nuestra inconcreción y nuestra monotonìa para ponernos en camino de conversión, para centrar nuestra vida no en una irrealidad, sino en la realidad maravillosa de Jesús que se acerca a la vida de los hombres como nuestro Salvador.
Cada día esperábamos, a veces hasta acomodados en un sueño profundo; oíamos voces, ecos; alguien que viene, que vendrá...
También nos habíamos cansado de esperar... casi siempre todos los días eran lo mismo, subía el egoísmo de los hombres y el panorama era un puro desierto de soledad. Cada día era una continua espera desde los solitarios valores de los hombres. Parecía que el cielo estaba más lejos de nosotros. Nuestra espera se había convertido en una actitud inútil. Aunque las fiestas de la Iglesia recuerdan algo pasado, son también presente, realización viva, pues lo que ha ocurrido una vez en la historia, debe volver a ocurrir una y otra vez en la vida de los creyentes. Cada uno de nosotros debe vivir la expectación, la llegada del Señor desde su propia realización y su propia lucha para obtener con ello la Salvación. ¿Qué es eso de esperar a Alguien que viene de otra parte? ¿Qué hay más importante que encontrar en mi vida al Amigo? Un amigo es algo grande y precioso. Pero, ¿me lo puedo hacer yo mismo? Ciertamente, no. Puedo estar vigilante y receptivo, para notar cuando se me acerca una persona que puede ser importante para mí; pero tiene que venir. Venir, desde ese ámbito, inabarcable con la vista, que es la vida humana. En cualquier ocasión nos encontramos, entramos en conversación, y entonces se desarrolla esa cosa fecunda y hermosa que se llama amistad... Alguien que viene a nosotros desde la amplitud de los cielos, desde la inmensidad... hemos extendido las manos, hemos abierto las puertas... Alguien ha penetrado profundamente en nuestra vida.
Nuestra salvación descansa en una venida. Aquel que viene, no lo han podido inventar ni producir los hombres mismos; ha venido a ellos desde el misterio de la libertad de Dios. ¡Cuántas veces lo han intentado! En todos los pueblos y en todas las épocas surgen las figuras de salvadores y redentores que apenas pueden modificar la realidad humana. Por haber nacido del mundo, no pudieron llevar el mundo a la libertad; y por estar hechos de la materia de su tiempo desaparecieron.
El auténtico Redentor, Aquél a quien esperamos, ha procedido de la libertad de Dios: ha surgido en una pequeña nación, en una época que nadie podría demostrar que era la apropiada y en figura ante la cual nos invade el asombro: ¿por qué precisamente ésta? La decisión de la fe consiste en buena medida en prescindir de qué es lo correcto y apropiado, y recibir al que proviene de la libertad de Dios: "Bendito el que viene en el nombre del Señor".
Este es el comienzo de la Buena Nueva, de la Buena Noticia.
Estamos ya en el camino de la esperanza.
Esto nos dice el Adviento. Todos los años nos exhorta a considerar el prodigio de esta Venida. Pero nos recuerda también que su sentido sólo puede adquirir su plenitud si el Redentor no viene sólo para la humanidad en su conjunto, sino para cada uno de nosotros en particular: en sus alegrías y miserias, en sus convicciones, perplejidades y tentaciones, en todo lo que constituye su ser y su vida. Descubrir desde lo hondo de nuestras conciencias que Cristo es mi Redentor y viene a mi vida, es ponerse en el camino de Adviento. El auténtico Adviento procede del interior. Del interior del corazón creyente del hombre y, sobre todo, de la hondura del amor de Dios. Debemos preparar el camino a su Amor y descubrir formas nuevas que nos pongan en disposición de recibir "al Salvador de Dios". De nuevo volver
Suscribirse a:
Entradas (Atom)