sábado, 21 de junio de 2014

GIFS DE SOL
















NO ACUMULES PENAS


No acumules penas


Acostumbro tener un calendario del cual día a día arranco la hoja del  día anterior.

Algo bastante simple, excepto cuando dejé de hacerlo por un par de meses, y al tratar de arrancar todas las hojas atrasadas no pude hacerlo, pues una a la vez es fácil, pero todas juntas es muy diferente.

Lo mismo sucede con nosotros cuando no nos perdonamos día a día, o cuando guardamos rencores o sufrimientos.

Muchas veces nosotros mismos no nos perdonamos errores y  decidimos cargarlos en silencio, haciendo cada vez más difícil  la  tarea de arrancarlos de nuestras vidas.

Pero no acumules más hojas de tu vida; decide hoy  arrancarlas  de ti y ser libre, pues para eso fuiste hecho.

No acumules tus penas y dáselas cada día a quien ya pagó por  todas y cada una de ellas en una cruz.

ORIGEN DE LA FIESTA DE CORPUS CHRISTI


Origen de la fiesta de CORPUS CHRISTI

Dios utilizó a santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Por diferentes intrigas tuvo que irse del convento. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.

Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haberse intensificado por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.

Ella le hizo conocer sus ideas a Roberto de Thorete, el entonces obispos de Liège, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos; a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Liège, después obispo de Verdun, Patriarca de Jerusalén y finalmente al Papa Urbano IV. El obispo Roberto se impresionó favorablemente y como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; también el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan debía escribir el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio.

El obispo Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez por los cánones de San Martín en Liège. Jacques Pantaleón llegó a ser Papa el 29 de agosto de 1261. La ermitaña Eva, con quien Juliana había pasado un tiempo y quien también era ferviente adoradora de la Santa Eucaristía, le insistió a Enrique de Guelders, obispo de Liège, que pidiera al Papa que extendiera la celebración al mundo entero. 

Urbano IV, siempre siendo admirador de esta fiesta, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes.

La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia.

Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del siglo XIV.

La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad. 

En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.

El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurección de Nuestro Señor Jesucristo.

Fuente: www.corazones.org

jueves, 19 de junio de 2014

MARCOS PARA FOTOS DE COLORES








DIPLOMAS PARA IMPRIMIR





















































GIFS DE MÚSICOS
































EL LISTADO DE PROFESIONES



EL LISTADO DE PROFESIONES 

Padre e hijo leían juntos y con emoción el periódico. El niño se encontraba sentado en las piernas del papá que, feliz, le comentaba una a una las noticias. 

De pronto, apareció un anuncio en letras mayúsculas: «HE AQUÍ LA LISTA COMPLETA DE PROFESIONES SEGÚN LAS ENCUESTAS MÁS RECIENTES». El niño, con rostro brillante e ilusionado, empezó a leer una a una: ingeniero, bombero, dentista, político, futbolista, … su dedo acariciaba la superficie del papel mientras repasaba los nombres. Terminó. Dirigió sus grandes ojos hacia su padre y, con un gesto de angustia pintado en la cara, volvió a repasar cada una de las profesiones citadas: arquitecto, campesino, policía, abogado, tenista, … yendo cada vez más rápido. 

Una vez que hubo repasado dos o tres veces la lista, su padre le paró comentando: «No sigas buscando más en la lista, hijo; el sacerdote no aparece». 

No cabe duda: el sacerdocio parece estar fuera de moda. Lo demuestra esta pequeña anécdota que escuché hace algunos años. Nos puede extrañar que «el sacerdote no aparezca en la lista», pero muchas veces somos nosotros mismos los que no queremos que salga. Y sin embargo, ¡cuánto necesitamos del sacerdote en nuestro mundo! Ellos hacen presente a Dios en nuestro mundo de forma palpable en la Santa Misa y a través de ellos podemos ser perdonados por el sacramento de la confesión. Además, ¡cuántas obras llevan a cabo con increíbles sacrificios por todo el mundo!: misiones, cuidado de hospitales, servicios caritativos entre los más necesitados, por sólo mencionar algunas. 

Por ello, cuán oportuno es el mensaje que nuestro querido Juan Pablo II dejó para la XLII Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que tradicionalmente se celebra el IV domingo de Pascua. 

En sus líneas, invitaba a remar mar adentro -según la invitación de Cristo a San Pedro- y a no tener miedo. Además, mueve el tapete de nuestro ego para que sepamos «abrir el corazón a la acción de la gracia y dejar que la palabra del Redentor actúe con toda su fuerza». 

A los jóvenes, como siempre, dedica un especial cariño y sus palabras resuenan paternales: «Queridos muchachos y muchachas, confiad en él, escuchad sus enseñanzas, mirad su rostro, perseverad en la escucha de su palabra. Dejad que sea él quien oriente vuestra búsqueda y vuestras aspiraciones, vuestros ideales y los anhelos de vuestro corazón». 

¿Qué lugar en mi lista ocupa la vida consagrada? ¿Sé valorarla? Ojalá que nosotros, como el niño de la historia, sepamos escuchar las palabras de este Padre que intentó ayudarnos y aún lo hace desde el Cielo. Sobre todo, hagamos que el sacerdocio y la vida consagrada encuentren eco en nuestro entorno, valorándolos siempre y alentando a que crezcan. Al mundo le urge que tú lo tengas en cuenta. 

LA HISTORIA DE UN JOVEN CON MAL CARÁCTER


UN JOVEN CON MAL CARÁCTER

Su padre le dió una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta.

Las semanas que siguieron, a medida que él aprendió a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.

Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.
Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.

Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.

Los días pasaron y el jóven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta.

Le dijo "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma.

Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves."

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como se lo digas lo desbastará, y la cicatriz perdurará para siempre.

Una ofensa verbal es tan dañina como una física. Los amigos son joyas preciosas.

Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están prestos a abrirnos su corazón.

LOS AMIGOS SON JOYAS PRECIOSAS !!

LA FIESTA DE CORPUS REÚNE A TODOS

Autor: Gustavo Daniel D´Apice | Fuente: Gustavo Daniel D´Apice 
La Fiesta de Corpus reúne a todos.
La Fiesta del Corpus Christi reúne a los más diversos componentes del Pueblo de Dios.
 
La Fiesta de Corpus reúne a todos.
La Fiesta de Corpus reúne a todos.
El mendigo, el obispo y el gobernador:

La Fiesta de Corpus reúne a todos.

La fiesta del Corpus en la Iglesia Católica reúne a todos.

En el atrio de la Iglesia Catedral, sobre las escalinatas, y más aún en la Procesión posterior.

El Obispo con sus ornamentos solemnes, el gobernador y/o el vice con el intendente y otras autoridades con impecables trajes y corbatas, y uniformes; los ministros de la Iglesia engalanados con sus vestiduras blancas, casullas hermosas para los concelebrantes principales, estolas bonitas para los sacerdotes, cruzadas y bellas para los diáconos, albas níveas para seminaristas y otros ayudantes o ministros (monaguillos y no sabemos si algún acólito o lector instituido).

Hasta un fotógrafo sobre lo que sería el presbiterio en torno al altar parecía un ministro más con sus coloretes rojos (tal vez la bufanda), y había que hacer esfuerzos al verlo con su camarita trasladándose de un lugar a otro y distrayendo las miradas de aquellos que querían concentrarse en la celebración.

Las banderas nacionales y vaticanas portadas por los representantes de las escuelas católicas ponía un colorido marco al evento, junto a los diversos uniformes de las instituciones educativas.

El palio para la procesión con el Santísimo Sacramento, seguida con devoción por muchos, con curiosidad por otros que se asomaban a las ventanas y vidrieras de bares, cafés, y hasta de la Iglesia Universal del Reino de Dios.

Todo un acontecimiento.

Incienso en cada esquina para Jesús Eucaristía trasladado en una venerable custodia alrededor de la Plaza. Parlantes con audio acompañando la celebración alrededor de la misma.

Algunos van por Jesús, otros para ser vistos y tenidos en cuenta, ya sea por el obispo, ya sea por las autoridades civiles u otras.

Unos buscan sus puestos de ventas y pasean sus mercancías: al principio de viva voz, como en un estadio.

Luego, emulando a alguno más prudente, mostrando sus productos en silencio con la mercancía en lo alto de su mano.

Las mamás del ruego de limosna acarreando a los bebés-niños que portan buscando posición estratégica para el pedido.

Justo este año la colecta anual de Cáritas para los más necesitados coincidía con la fiesta de Corpus.

Las señoras de la colecta, con su correspondiente identificación para evitar la avivada criolla de alguno que pasara por su cuenta, recorrían todos los rincones, con importantes bultos en sus canastas de tela, habiendo sido sensibilizado el pueblo creyente por los anuncios televisivos y la prédica perseverante de su Obispo pastor, desde varios días antes, manifestando la solidaridad en un día y acontecimiento especiales, transformado también, como debiera ser toda Eucaristía, en ayuda fraterna contundente.

No faltaba el mendigo ciego. Con su silla y su cabeza blanca. El mismo al que ayudamos a vivir en los semáforos y calles de nuestra ciudad. Parecía intuír algo más que su capacidad de pedir. Escuchaba. Su rostro se dirigía constantemente hacia el lugar donde el Obispo dirigía la oración.

Si hasta parecía Bartimeo, el hijo de Timeo, el mendigo ciego del Evangelio, que sentado junto a la comunidad cristina (el “camino” del evangelista Lucas), al escuchar que pasaba Jesús se quedó para relacionarse con Él (Lc. 18, 35-43; Mc. 10, 46-50), incluso hasta dejando el manto, lo único valioso para él que llevaba.
Y lo hizo hasta el final.

Y también los oportunistas de siempre que querían aprovechar el alboroto, incluso en los saludos y apurones finales, para atrapar algún incauto: la receta trucha para el medicamento que no existe, el viaje para el colectivo que nunca llegará.

Jesús en el Corpus reúne no solamente a su fieles de todos los domingos.
En torno al Obispo se hace presente su presbiterio y los fieles todos, laicos y religiosos, manifestando la unidad del Pueblo de Dios.

Y la unidad de este Pueblo reúne al mendigo, al obispo y al gobernador (o al vice), y con ellos a la gran gama de componentes del mismo, santos y pecadores, curas, diáconos, monjas, seminaristas, ministros, ayudantes, autoridades civiles y militares, profesionales, amas de casa, operarios, empleados públicos y privados, empresarios, gerentes, desocupados, vendedores, mendigos, oportunistas, ciegos, discapacitados en sillas de ruedas, ancianos, jubilados, jóvenes, bebés y niños.

¿No es esta Iglesia universal (católica) en su variedad, además de por su extensión en todos los lugares?

Es la Iglesia de Jesús, la familia de Jesús en torno a la mesa del altar, donde se parte el pan de la Palabra y el de la Eucaristía (Cat. 103.830-831)

Él preparó esta mesa de la misma forma y manera en su caminar por la Palestina:
Todos se sentarían en ella (Lucas 19, 1-10).

Gustavo Daniel D´Apice
Teólogo y Filósofo

martes, 17 de junio de 2014

IMÁGENES DE NIÑOS Y NIÑAS EN BICICLETA Y PORRISTAS









































JAMÁS ME HE DECIDIDO A NADA




Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Jamás me he decidido a nada...
¡Cuántas veces vemos nuestros deseos truncados, por el simple hecho de no decidirnos a realizarlos a tiempo!



Por la vereda de musgo caminaban el vasallo, el paje y un hombre joven de físico vigoroso, pero de voz cansada, casi imperceptible. Al andar, el hombre iba lamentándose:
- De pequeño quise ser el mejor constructor del Imperio. Y ahora...

Los rayos del sol se abrían paso entre los frondosos alcornoques que franqueaban la espaciosa vereda, y una ventisca fresca agitaba la vestimenta de los tres caminantes.
- Cuando cumplí la mayoría de edad -prosiguió el hombre-, soñé con irme a la conquista de Reinos nuevos. Pero, ahora...

El hombre no dejaba de lamentarse. El paje y el vasallo, limitándose a parar oído, se conmiseraban internamente con él, pues de verdad que sus palabras y su semblante daban pena.
- Hace un par de años intenté casarme y formar una familia numerosa. Y ahora...

Entonces el vasallo pensó dentro de sí: “¡Pobre hombre! Ha querido hacer tantas cosas y no ha podido realizar ninguna. Quizá le faltaron los medios, o alguien que le apoyara. Se ve que el pobre sufre mucho.”

Antes de alcanzar el último tramo de vereda, para luego iniciar el ascenso al monte, el hombre suspiró:
- Y ahora siento que debo acompañarles hasta el pueblo de la cima como prometí, pero...

Interrumpió el vasallo:
- Pero, no puedes ¿verdad? Quisieras, pero algo te lo impide, como te impidió ser constructor, caballero y papá...

Y como el hombre guardara silencio, el paje añadió:
- ¿Podemos ayudarte en algo?

El hombre, frotándose las manos, respondió:
- Sí. ¿Pueden decirme qué se necesita para decidirse a hacer algo en la vida?- y después de hacer una pausa concluyó- ¿Saben? Jamás me he decidido a nada...



En la vida, si no pasamos a la acción, todo quedará en el terreno de los sueños. ¡Cuántas veces vemos nuestros deseos truncados, por el simple hecho de no decidirnos a realizarlos a tiempo! Pidamos ayuda en la oración para que Dios nos de la fuerza de decidir el mejor camino, de cumplir Su voluntad.
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